lunes, 16 de julio de 2007

N: ¡Escribe algo sobre mí en tu blog!
Deseo concedido

A menudo, N. recordaba lo que más extremadamente cachonda la ponía de Ése amante-amigo. Era el fetichismo hacia su chochito. Él adoraba sus tiernos labios -algo gorditos-, como le decía. Los acariciaba con seguridad, los separaba con la lengua cuando estaban palpitantes, los pellizcaba suavemente, los recorría de arriba a abajo, en círculos; mientras, se adaptaba al ritmo que ella le marcaba con las caderas. -Cómo me gusta tu coñito, es el más adorable de todos los que he visto, te hace especial-, muchas veces le susurraba.
Una vez, después de largas horas en la cama, en una de sus interminables conversaciones donde sus diferencias salían a relucir, su amante-amigo le confesó algo que la hizo reflexionar: "Se te cambia la cara cuando hablas de sexo". No supo qué contestar. No estaba preparada para una afirmación que no contemplaba ningún tipo de justificación. A pesar de esto, ella preguntó los porqués. "Cuando sale la sexualidad en las conversaciones, comprimes los labios, los ojos te chispean, te van de un lado a otro. Es otra N. muy distinta, más perspicaz, diría yo."

1 comentario:

Anónimo dijo...

:)

Pues yo creo que no están mal las cosas que voy leyendo...


Chochito... :D