sábado, 30 de junio de 2007

¡Sonríe Mon petite madmoiselle!
Amandine, barraques '05

Había pasado todo el día ordenando su habitación. Era un ejercicio que le gustaba; le relajaba la mente, la distraía, le redescubría antiguos secretos y, cuando terminaba, le hacia sentirse limpia. Era de aquellas personas que conservaba multitud de cosas que, en algún momento, habían atraído su atención: flyers de diseños enigmáticos, recortes de noticias turbadoras, libros de temáticas diversas, minirelatos ajenos y propios... Casi nunca usaba para nada todo lo que iba recopilando hasta el día en que lo volvía a encontrar y recordaba los intereses del pasado. Ese día encontró Amèlie, nombre con el que habían bautizado un conjunto de escritos ella y una amiga que pasó fugazmente por su vida, Amandine era su nombre de guerra.
No había demasiados textos; de hecho, ni siquiera tenía cierre. Su amiga terminaba incitándola a responder, a mantener el contacto. Le recordaba que vivir era agotador, que tenía tantas y tantas cosas que contarle. La llamaba Mon petite madomoiselle. Sin embargo, tal como la propia Amandine le enseño en su Alegoría de las lunas, cada persona es un mundo para si mismo y un satélite para los demás, satélites que se aproximan y alejan. Pronto sus caminos se separaron, quizá demasiado pronto para Mon petite madmoiselle, que estaba empezando a descubrir un vivir parecido al suyo.
Con el paso de los años, petite madmoiselle se ha contagiado de esta forma de entender las amistades; ha aprendido que cada planeta tiene su órbita y que a veces éstas coinciden y otras, más tristemente, van rotando hasta que se pierden de vista. Así se siente mucho más libre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a dios nuestros planetas parecen estar alineados, y ojalá q por mucho tiempo más.
Espero que algún día, dentro de mucho tiempo, si limpiando encuentras algun recuerdo guardado de una italoargentina afincada en mallorca estudiante en barcelona, la recuerdes con una sonrisa.
Besos amor

Núria G. Carbonell dijo...

Corazón de mi amor, yo también espero que nuestros planetas sigan orbitando juntos por mucho tiempo.
Por cierto, recuerda que nuestro experimento nº2 está a la vuelta de la esquina ;) (qué ganitas)

El Teixit de la Terra dijo...

Petita correció franco-ortogràfica del teu germà ganàpia: s'hauria de dir "Ma Petite mademoiselle". Mon és pel masculí i ma pel femení a més de la lletra que li falta a mademoiselle... ;-P